Edición Primavera 2024
Actualmente el consumo de suplementos alimentarios ha incrementado debido a una gran desinformación que circula en redes sociales como Facebook e Instagram; sin dejar de lado la radio y la TV. Una gran variedad de suplementos son anunciados en diversas presentaciones que van desde tabletas, cápsulas, bebidas, barritas, polvos, malteadas o batidos; muchas veces prometen que te harán sentir mejor, evitarán que te enfermes o incluso te ayudarán a vivir por más tiempo o curar un sinfín de enfermedades. Sin embargo, pocos de estos productos han comprobado su efectividad y seguridad en términos científicos (y no anecdóticos).
Los suplementos alimenticios jamás
van a suplir una alimentación saludable.
En México, la Ley General de Salud define a los suplementos como “productos a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas, adicionados o no, de vitaminas o minerales, que se puedan presentar en forma farmacéutica (cápsulas, tabletas, emulsión, jarabe, polvo, etc.)”. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) es el organismo encargado de regular estos productos. También informa sobre los riesgos relacionados al consumo de productos engaño (antes conocidos como “milagro”), ya que pueden poner en riesgo tu salud pues no están elaborados bajo un sustento científico, utilizan ingredientes de dudosa procedencia y no siguen las normas regulatorias para su producción.
Debido a esto, es importante entender que existen ciertas condiciones fisiológicas (naturales) como la edad, crecimiento, embarazo y nivel de actividad física que van a exigir mayor cantidad de nutrimentos (proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas o minerales) y quizás será necesario el consumo de suplementos para evitar un estado de desnutrición. También, existen enfermedades que hacen que el organismo no aproveche o absorba los nutrimentos de forma correcta como en el caso de la gastritis, síndrome del intestino irritable, diabetes, obesidad y algunos tipos de cáncer. En este sentido, la función de los suplementos alimentarios será aumentar, complementar o reemplazar alguno de los componentes que adquieres a través de los alimentos que ingieres a diario.
Para saber si tienes deficiencia de algún nutrimento es necesario visitar a tu médico y/o nutriólogo(a); quien a través de una revisión detallada, medición corporal o estudios de laboratorio
podrá brindarte un diagnóstico oportuno.
En conclusión, el consumo de batidos con suplemento alimentario dependerá de las características de cada persona, sobre todo de su alimentación y estilo de vida. Los suplementos pueden llegar a ser muy caros, pueden dañar tu salud o simplemente no ser útiles. Por ello, es indispensable consultar a un profesional de la salud antes de consumir cualquier producto.
Recuerda que los suplementos jamás van a suplir una alimentación saludable.
No porque diga “natural” significa que es seguro o bueno para ti.
Prevenir es salud y algo más…
¡Quiérete, infórmate y actúa!
Referencias:
-Suplementos Alimenticios | Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios | Gobierno | gob.mx https://www.gob.mx/cofepris/acciones-y-programas/suplementos-alimenticios-62063
-Castellano AK, Castellano AF. Suplementos alimenticios: entre la necesidad y el consumismo. Ciencia. 2020;71(3):8-12. https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/online/X2_71_3_1305_SuplementosAlimenticios.pdf
-National Institute of Health. Datos sobre los suplementos dietéticos para mejorar el ejercicio y el rendimiento físico. https://ods.od.nih.gov/pdf/factsheets/ExercisePerformance-DatosEnEspanol.pdf
Escrito Por: Dr. Fermín Avendaño Álvarez / Especialista en Obesidad y Comorbilidades / Maestro en Nutriología Aplicada / Consultor privado / Ced.Prof.11543676 / Ced.Esp.12248589 / Ced.Mtr.12881162 / Ig:@salud7confermin / Fb:Salud-7 con Fermín Avendaño
