Edición Verano 2024
Estar enfermo suele ser incómodo o molesto, pues puede afectar tu apetito, calidad de sueño y energía para realizar actividades cotidianas. Si vives con diabetes se vuelve un reto mayor, ya que puede ser difícil controlar los niveles de glucosa (azúcar). Esto suele ser un factor para recurrir a la automedicación. Ahora que ya lo sabes… ¡Evítalo!
La automedicación se define como el consumo o uso de medicamentos para tratar molestias, síntomas o trastornos autodiagnosticados, es decir, las personas consiguen y utilizan medicamentos sin la prescripción (receta) o supervisión de un médico. Este problema de salud se observa en diferentes escenarios, por ejemplo: el medicamento recetado para una enfermedad es guardado y empleado en otra ocasión o bien, utilizado por otro miembro de la familia.
Otro escenario muy común se presenta al llegar a la farmacia, cuando el despachador ofrece medicamentos adicionales para “complementar” el tratamiento; o en caso de no contar con el medicamento que buscas te recomienda uno parecido o compuesto (dos o más medicamentos diferentes). Por ejemplo, cuando vas por un antibiótico o un antigripal y te recomiendan jarabes, analgésicos, medicamentos para la fiebre y vitaminas.
En otros casos, la misma farmacia promueve la automedicación al facilitarle al cliente dichos productos sin solicitar receta médica.
Las razones son bastantes sencillas, pues la mayoría de las veces la persona que te atiende en la farmacia no es un personal de salud capacitado para recetar medicamentos, tampoco conoce tu historia clínica, síntomas o alergias que presentas. Recuerda que el trabajo de la persona en la farmacia es “vender” y aunque las intenciones suelen ser buenas al sugerirte ciertos medicamentos, esto dificulta el diagnóstico y tratamiento médico. También podría originar dependencia, toxicidad, pérdida de eficacia y resistencia de ciertos fármacos.
Existen casos donde es la farmacia quien promueve la automedicación al facilitarle al cliente algunos medicamentos sin solicitar receta médica.
Desafortunadamente, las personas a menudo confían en fuentes poco confiables, como internet, anuncios, periódicos, familiares y amigos, para obtener información sobre medicamentos de venta libre. Ante la duda o sospecha de una enfermedad, es recomendable que acudas a una valoración médica o recibas instrucciones de tu médico de cabecera. También es preferible estar más informado sobre la función del medicamento, el nombre comercial o marcas del medicamento, dosis, el momento y duración de la administración, los efectos no deseados (efectos secundarios) e incluso cuándo realizar algún cambio o ajuste en el tratamiento. Es obligación del personal de salud explicar, aclarar y brindar la información antes mencionada. ¡Tu médico está para ayudarte en todo momento!
Recuerda que el empleo o modificación de medicamentos sin la supervisión y/o autorización de un médico pone en riesgo tu salud.
Prevenir es salud y algo más… ¡Quiérete, infórmate y actúa!
Referencias:
-Nazaryan L, Barseghyan A, Rayisyan M, Beglaryan M, Simonyan M. Evaluating consumer self-medication practices, pharmaceutical care services, and pharmacy selection: a quantitative study. BMC Health Serv Res. 2024.3;24(1):10. doi: 10.1186/s12913-023-10471-1.
-Puvvada RK, Gupta S, Tang CY, N Althubyani A, Jois M, Higgs P, Ramesh M, Thomas J. Factors affecting self-medication practices among people living with type 2 diabetes in India- A systematic review. Metabol Open. 2020 8;9:100073. doi: 10.1016/j.metop.2020.100073.
-Abubakar M, Arif MM, Khan MR, Urooj M. Self-medication, and its Impact on Human Health. Pak J Public Health. 2023.25;13(1):39-42.
Escrito por: Dr. Fermín Avendaño Álvarez/Especialista en Obesidad y Comorbilidades/Maestro en Nutriología Aplicada Consultor privado Ced.Prof.11543676/Ced.Esp.1224858 Ced.Mtr.12881162/Ig:@salud7confermin / Fb:Salud-7
