Junio 2025

La actividad física es uno de los pilares del manejo de la diabetes, pero para practicarla de forma segura es fundamental conocer tus niveles de glucosa antes de comenzar. Ya sea que vivas con Diabetes tipo 1 o tipo 2, medir tu glucosa antes de hacer ejercicio puede ayudarte a prevenir eventos de hipo o hiperglucemia, ajustar tu alimentación o dosis de insulina y tomar decisiones informadas sobre tu rutina.
Cuando te ejercitas, tus músculos utilizan glucosa como fuente de energía. Si tus niveles ya están bajos antes de empezar, existe el riesgo de que desciendan aún más, provocando síntomas como mareo, debilidad, sudoración fría o incluso pérdida del conocimiento. En cambio, si tus niveles están demasiado altos, podrías experimentar deshidratación o incluso cetoacidosis especialmente en personas con Diabetes tipo 1.
Por lo tanto, si tus niveles están por debajo de 100 mg/dL, es recomendable consumir una pequeña colación con hidratos de carbono antes de empezar. Por otro lado, si están por arriba de 250 mg/dL, especialmente con presencia de cetonas, es mejor posponer la actividad hasta normalizarlos.
Medir tu glucosa antes de hacer ejercicio te da la tranquilidad de saber si es seguro iniciar, y también te permite monitorear los efectos del ejercicio a lo largo del tiempo, ajustando tu tratamiento según sea necesario.
El automonitoreo no es sólo una medida de precaución: es una herramienta clave para tener un entrenamiento seguro, efectivo y alineado con tu salud.
Referencia:
American Diabetes Association. Glucemia y ejercicio. https://diabetes.org/es/salud-bienestar/fitness/glucosa-en-sangre-y-ejercicio