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Vida saludable

Glucosa y calor: ¿por qué debes medirte?

By 1 julio, 2025No Comments2 minutos de lectura

Julio 2025

Durante la temporada de calor, el cuerpo responde diferente y, si vives con diabetes, esto puede impactar tus niveles de glucosa. Las altas temperaturas pueden alterar la absorción de insulina, aumentar el riesgo de deshidratación y dificultar el manejo glucémico.

Cuando hace calor, el cuerpo tiende a perder líquidos más rápidamente a través del sudor. Esta deshidratación puede hacer que la glucosa en sangre se concentre, elevando tus niveles incluso si no has cambiado tu alimentación o rutina. Además, sudar más de lo habitual puede alterar tu equilibrio de electrolitos, generando síntomas como fatiga, debilidad, confusión o calambres musculares.

¿Qué hacer?

Medir la glucosa cuando hace calor te permite detectar a tiempo variaciones que podrían pasar desapercibidas. Se recomienda revisar tus niveles con mayor frecuencia en climas extremos, mantener una hidratación constante (preferentemente con agua), usar ropa ligera y transpirable.

No olvides guardar tu insulina, tiras reactivas y sensores en lugares frescos y protegidos de la luz solar directa. Evita dejarlos en el coche o expuestos al sol, ya que el calor puede deteriorarlos y alterar tus resultados.

El calor no sólo se siente, también se refleja en tus niveles de glucosa. Un monitoreo frecuente, junto con una buena hidratación y el cuidado adecuado de tus medicamentos, es tu mejor herramienta para cuidarte en los días calurosos.

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Referencia:

Centers for Disease Control and Prevention. (2024, 31 de mayo). Cómo manejar la diabetes cuando hace calor. https://www.cdc.gov/diabetes/es/articles/manejar-la-diabetes-cuando-hace-calor.html