Edición/Julio-Agosto 2022
Ante una amenaza de pérdida de la salud es muy común que presentemos negación a un diagnóstico no favorable; inmediatamente se activa este mecanismo de defensa para intentar mantener nuestra estabilidad emocional. La negación es la necesidad de tiempo para adaptarnos a una nueva situación que nos toma por sorpresa. Seguramente pensaremos… “esto no es cierto”, “el resultado es incorrecto”, “no puede ser, yo me cuido” y un sinfín de pensamientos que eviten esta nueva realidad.
Toda persona que vive la pérdida real o simbólica (de algo o alguien, incluyendo la salud) pasa por un proceso de duelo que inicia justamente con la negación y posteriormente pasa a una etapa de enojo. Después vendrá una etapa de negociación en la que pretendemos replantear alternativas que nos regresen a la “realidad” conocida y evitar esta nueva situación de pérdida.
También suele presentarse un periodo de depresión que es necesario identificar y atender de manera oportuna para evitar que se vuelva crónica. Finalmente vendrá la aceptación, en la cual se realizan nuevas acciones de adaptación a este nuevo contexto, se aprende a vivir con los cambios y se descubren nuevos recursos personales para hacer frente a esta adversidad.
Es importante mantener un constante cuidado de nuestra salud, mediante revisiones periódicas que nos permitan conocer nuestro estado y podamos atendernos a tiempo en caso de que se presente alguna anomalía.
¡Recuerda! Si presentas síntomas o alguna molestia es
importante que acudas con un profesional de la salud que te
examine y brinde la atención necesaria.
Referencias:
www.vozprosalud.org.mx
Escrito por: Lic Berenice Tovar Saavedra/Psicóloga/Céd Prof: 5236449/beretustratovar@gmail.com
